Los garbanzos de Valencia del Ventoso vienen gozando de una fama
reconocida en la comarca y pueblos de alrededores desde tiempos
inmemoriales. La tradición oral de nuestro pueblo habla de su fama y
reconocimiento en las cortes del rey Luis XIV de Francia y en las de
Carlos III en Madrid, pero en realidad los primeros registros
documentales que se conocen se remontan al Siglo XVIII, donde en el
manuscrito “Registro de las cosas memorables y dignas de
advertencias en este convento de Ntra. Sra.
de Aguas Santas de la ciudad de Jerez de los Caballeros” del
guardián Fray Juan Casas, año de 1724, que es un diario para el uso
interno del convento en el que se dan instrucciones de uso y
costumbre para los novicios, y que entre otros asuntos se tomaba nota
de los tiempos más propicios para pedir limosnas, viene a decir que:
”Los garbanzo se piden en Valenzia del barrial (nombre antiguo
de Valencia del Ventoso) despues qe aiga pedido el convento de
Burguillos, qe suele ser por Sn. Bartolomé.”
Como podemos ver, ya en el
siglo XVIII los frailes franciscanos de Jerez de los Caballeros y de
Burguillos del Cerro sabían perfectamente cuando y como debían
reponer sus despensas con buenos y frescos garbanzos: en
Valencia del Ventoso y por San Bartolomé, a finales de agosto,
recién recogida la cosecha anual.

Pues bien, con el fin de potenciar y extender esta merecida fama del
garbanzo de Valencia del Ventoso, a finales del siglo pasado un grupo
de entusiastas de la localidad puso en marcha el apasionante proyecto
de organizar un concurso gastronómico cuyo protagonista fuera
nuestra mágica legumbre.
Hace
ahora 35 años, el 29 de agosto de 1989, el diario Hoy de
Badajoz publicaba una excelente y bien documentada crónica de la
corresponsal del periódico en Valencia del Ventoso, Quini Díaz,
dando detallada cuenta de la celebración por primera vez del
concurso gastronómico “Día del Garbanzo”.
Según
nos cuenta la crónica de Quini Díaz, aquel primer concurso estuvo
organizado y promovido por el Ayuntamiento, la Asociación
Cultural Ardila, la Cooperativa de
Consumo Nuestra Señora del Valle, el Bar
Extremadura y el Bar Vaya Vaya, y, aunque el
concurso nacía abierto a todas las asociaciones o peñas de la
comarca, aquel primer año solamente participaron tres peñas
locales. El primer premio, consistente en un garbanzo de oro, lo
obtuvo la peña “EL Saltillo”, el segundo, garbanzo de
plata, “Los Trompitos” y el tercero, garbanzo de bronce,
“El Tararí”.
El
que esto escribe tuvo el honor y la suerte de formar parte de aquella
multitudinaria peña “El Saltillo” que consiguió el
primer premio del primer concurso del Día del Garbanzo en
aquel caluroso verano de 1989. Como anécdota recuerdo que los
componentes de la peña decidimos por unanimidad donar el garbanzo de
oro del primer premio a la Hermandad de la Virgen del Valle para
añadirlo al ajuar de Nuestra Señora.
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Gran expectación
alrededor del jurado del Día del Garbanzo que se celebró por última
vez en el recinto de la Ermita del Valle en agosto de 1994
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En una de tantas amenas charlas de sobremesa que he tenido el placer
de compartir y disfrutar en estos últimos años con los miembros del
jurado del concurso del
Día del Garbanzo, nuestra querida y
recordada maestra llerenense Felisa Zamorano nos contaba, con la
amenidad y entusiasmo que siempre le ponía a su conversación, como
participó encantada en la elaboración de las bases del aquel primer
concurso gastronómico que nacía con el nombre de
Día del
garbanzo de Valencia del Ventoso en el cálido y lejano verano de
1989. Felisa Zamorano, como integrante de la, entonces joven,
Cofradía Extremeña de Gastronomía ayudó con sus sabios
consejos a elaborar las bases por las que debía regirse el concurso,
las mismas bases que han venido funcionando hasta esta última
edición de 2023.
El
concurso que echaba a andar en 1989 sufriría diversos altibajos y
vaivenes. La organización inicialmente compartida por el
Ayuntamiento, la Asociación Cultural Ardila y algunas
empresas locales, y a la que posteriormente se le sumaría el Club
de Fútbol y la Asociación de Mujeres Atenea, fue poco a
poco asumida íntegramente por el Ayuntamiento, aunque las
asociaciones y colectivos locales seguirían colaborando puntualmente
en la organización. Igualmente el espacio que albergó el concurso
pasó del campo de fútbol de los primeros años al recinto de la
Ermita del Valle después. Sería a partir de 1995 en que fue
inaugurada la piscina pública municipal cuando este espacio
acogería definitivamente el concurso dada sus buenas condiciones
para atenuar y consolar el calor de los preceptivos fogones de leña
o carbón del concurso que venían a sumarse a las naturales altas
temperaturas de estos días de agosto en que tiene lugar.
Fue en 2008, cuando, con el patrocinio de la Diputación de Badajoz y
la Junta de Extremadura, la organización del concurso se preparaba
para conmemorar sus veinte años de vida, cuando de nuevo se volvió
a contar con el asesoramiento y apoyo de la Cofradía Extremeña de
Gastronomía. A través del, en aquellas fechas, director del
Patronato de Turismo de la Diputación de Badajoz, Juan Pedro Plaza,
la organización contactó con el entonces presidente de la Cofradía
Extremeña de Gastronomía, Matías Macías, que encantado se puso de
inmediato personalmente y en nombre de la Cofradía a disposición de
la organización para ayudar en lo posible a mejorar y potenciar el
concurso que veinte años atrás había nacido con los sabios
consejos de una de sus primeras cofrades. A partir de este 2008 y hasta la actualidad los distintos
jurados del Día del Garbanzo siempre han venido contando
entre sus miembros con una amplia y solvente representación de
miembros de la Cofradía.
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Imagen publicitaria del
concurso de agosto de 2014
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Con la ayuda y buenos consejos de la Cofradía y de la Asociación de
Cocineros y Reposteros de Extremadura (ACOCIREX) que se sumaría
posteriormente, poco a poco el concurso gastronómico fue ganando en
calidad, mejorando en organización y ensanchando su día festivo del
garbanzo con una Feria Gastronómica del Garbanzo de Valencia del
Ventoso que echó a rodar y crecer alrededor del concurso con su
primera edición en 2012 y que tras el parón por la alerta sanitaria
ha llegado a su décima edición en este pasado verano de 2023.
A partir de 2009 y con el asesoramiento técnico de la Cofradía, la
Asociación de Cocineros y la Academia Extremeña de Gastronomía se
redactaron y homogeneizaron los protocolos técnicos, criterios y
baremos a tener en cuenta por los componentes del jurado para la
valoración de los platos. Y desde 2014 se establecieron los
singulares pucheros cerámicos de oro, de plata y de bronce para cada
uno de los tres primeros premios del concurso, añadiéndose también
los premios para el chef más joven y para el más veterano y
estableciéndose un premio especial para la peña que presente el
mejor ambiente y decoración de cocina tradicional.
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Cartel anunciando la
edición de 2024
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En 2016 el Ayuntamiento de Valencia del Ventoso acordó poner nombre
a una pequeña y singular vía pública de la localidad, el pequeño
pasaje que comunica la Calle San Blas con la Calle Santa Beatriz de
Silva, muy cerca del Castillo de la localidad, que hasta entonces
carecía de nombre y que a partir del Día del Garbanzo de ese
año pasaría a llamarse Pasaje de los garbanzos. Además del
rótulo de cerámica con el nombre de la calle se descubrió también
ese día y en esa pequeña calle un mural cerámico dónde quedó
descrita la tradicional receta del Cocido de garbanzos de Valencia
del Ventoso, receta rescatada con ayuda de algunas asociaciones
locales y personas mayores de nuestro pueblo y la participación de
la Cofradía, la Asociación de Cocineros y la Academia de
Gastronomía.
Sería
en la edición de 2017 cuando, con el fin de darle un mayor prestigio
y un ámbito territorial más abierto al Día del Garbanzo, se
establece con carácter anual el Galardón Garbanzo de Oro de
Valencia del Ventoso, que premiaría cada año a la persona,
institución, empresa o colectivo que a juicio de la organización
hubiera destacado en la defensa, divulgación o práctica de la
cocina tradicional extremeña y sus valores. Galardón que en esa
edición de 2017 recayó merecidamente en nuestra querida y recordada
Felisa Zamorano, en 2018 en el conocido cocinero zafrense y
colaborador habitual del concurso Leo Carvajal, y que en la edición
de 2019 se otorgó a la Cofradía Extremeña de Gastronomía por sus
entonce treinta y siete años de continua defensa y divulgación de
nuestra cocina tradicional y su cultura. Galardón que tras el parón
por la alerta sanitaria, recayó en 2022 y de forma colectiva en los
agricultores productores de garbanzos de Valencia del Ventoso y en
2023 sería compartido por Lorenzo Molina, Diputado Provincial de
Desarrollo Rural, y el que fuera Director General de Agricultura de
la Junta de Extremadura, Antonio Cabezas.
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Bases
del concurso correspondientes a la edición del año 2020 que con
motivo de la emergencia sanitaria se celebró de forma telemática
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En estos 35 años hemos visto como poco a poco y con la ayuda y el
empeño de muchas personas, asociaciones locales y regionales,
empresas, administración local, provincial y regional y el
entusiasmos y orgullo de todo un pueblo, el Día del Garbanzo de
Valencia del Ventoso ha llegado a consolidarse como uno de los
mejores y más veteranos concursos gastronómicos de cocina
tradicional de nuestra región.
Lorenzo
Suárez, julio de 2024
(Artículo publicado como capítulo del libro "Las vivencias del garbanzo", coordinado por Isabel Sayago López y editado por el Ayuntamiento de Valencia del Ventoso y la Diputación de Badajo, agosto de 2025 - págs. 21-27)